Evento “la caída de los reyes/caída de los poderosos”
¿De qué trata?
En si el evento consiste en una guerra a gran escala entre un grupo de “reyes/ápices/los más fuertes de diferentes razas” que decidieron juntarse para gobernar a todos como un todo, si bien la idea inicial era crear un reinado donde todas las razas puedan cooperar esta se acabó torciendo por los intereses tanto buenos como malos que poseían.
Esto llevo a que los pueblos y en especial los ancianos de las razas se dieran cuenta del latente peligro del que consistía el grupo y por ello decidieron hacer un llamado a las armas contra los reyes.
-Agrupación de los reyes:
Por el momento se ha pensado en los siguientes reyes que consiste este grupo en el futuro se puede agrandar o disminuir segundo lo previsto.
—Thorom “el precipitado” (un poderoso dragón de metal y fundador del grupo).
—Un rey elfo.
—Un rey no muerto.
—El maestre supremo de la armada del terror.
—Un dragón de hielo jefe del más grande pueblo de su raza
—El Taumaturgo más poderoso de 3 reinos, conocido como el ArchiTaumaturgo.
—Un general orco.
—Pikachu
Aun por agregar
-La batalla que fue recordada por todos
Después que la llamada de armas los pueblos de los reyes se voltearon contra ellos algunos de los reyes decidieron dejar la agrupación y unirse a su pueblo, otros simplemente se mantuvieron neutrales o abandonaron el grupo.
Pese a la retirada de varios reyes el grupo aún se consideró una amenaza para el orden por lo que se desato una gran guerra entre el bando de los reyes (conformados por los reyes) y el bando de los pueblos (conformado por los pueblos de los reyes, no hubo distinción de raza por lo que se podían ver elfos, orcos y humanos, dragones y gigantes,)
Si bien ambos bandos lograron debilitarse entre la perdida siempre fue mayor para los reyes y en el último conflicto el fundador Thorom usando su magia trajo la representación del plano elemental del frio, esta era su carta del triunfo que traería la victoria a su grupo pero hubo un error en este, no se trajo una representación de alguna parte del plano del frio no, se trajo una representación del “punto muerto” (la zona más fría del plano que sería como -1000000 grados) esto llevo a que la gran mayoría de los presentes murieran y Thorom al no poder controlar semejante poder fue condenado, sus brazos fueron cortados permanentemente de la existencia incapaz de curarse incapaz de usar prótesis sus brazos fueron uno de los 3 castigos por traer semejante caos al mundo.
Pero no fue solo sus brazos el cuerpo de Thorom empezó a pudrirse pero no afecto al dragón, se había convertido en no muerto que fue encerrado por los supervivientes y espera solitario en una prisión que fue borrada del recuerdo del mundo y de la historia.
¿Que influye en el universo de AGIAT?
Esta guerra influye principalmente en la explicación de porqué la raza humana es la predominante en el mundo, si bien en la actualidad existen elfos, dragones, orcos y pokemones estos son una sombra de lo que fueron hace antaño.
Sin mencionar que da pie a que muchos lectores puedan sacar relatos oh historias por ejemplo razas que se aislaron por el conflicto, objetos que fueron creados por la guerra y que al morir su poseedor se perdieran, más miembros del bando de los héroes y del pueblo, imagínense.
Y sin mencionar el tercer castigo de Thorom una poderosa enfermedad magia que vino junto al “punto muerto”, un cáncer de frio absoluto que lentamente se fue esparciendo y que en la actualidad si bien tiene cura esta es muy dolorosa y complicada de lograr.
¿Por qué se creó el evento?
Siendo honestos cuando se creó AGIAT y su mundo fantasioso dejaron atrás un principal problema “por qué la raza humana logro sobrevivir”, tu como lector me dirás “bueno dark con la magia y la taumaturgia los humanos se lograron poner en la cima” y esto está bien pero aun así hay razas las cuales poseen mayores características que la humana.
Sin ir tan lejos los elfos con su don de la magia de la naturaleza o los orcos y su físico superior al humano desde sus nacimientos, será poco pero lo que entreno un humano para ser considerado un héroe sería algo débil si hacemos que un orco tomara el mismo entrenamiento.
Y claro los gigantes, dríades, elementales y los dragones, que evito que estas razas superaran a la humana siendo que uno de estas razas es lo suficiente para dejar en ruinas un par de aldeas, es por eso que les traigo este evento es verdad siguen existieron orcos poderosos como elfos y dragones pero estos son solo una veintena de lo que en sus años anteriores eran miles.
De alguna forma teníamos que deshacernos de los poderosos para que la débil y frágil raza humana pueda prosperar ¿no creen?
A pesar de la energía que desprendían los invitados un pequeño grupo se encontraban muy cansado, así se encontraban los guardianes de la gran entrada al recinto la Plaza del Sol cuya misión recaía en salvaguardar el festivo ambiente que acontecía en sus interiores, o mejor dicho eran los guardias de seguridad de la entrada al centro comercial por el festival cultural que se realizaba por mercadotecnia y que se habían cansado de realizar su trabajo.
Entre ellos no había gracia de vigilar al público que iba y venía.
— ¡Que fastidio!
Exclamo el más viejo del grupo aunque nadie le prestó atención, de todas formas quejas como esta no eran tan raras para ellos, simplemente lo más emocionante era esperar a un suceso fuera de lo normal o que alguien sufriera un accidente.
Podría sonar mal, pero al fin y al cabo para ellos su trabajo era de lo menos interesante, si tenían que proteger a los civiles en caso de una emergencia, pero para que ello ocurra antes tendría que enfriarse el infierno, la Plaza del Sol tomo muchas medidas de seguridad tantas que incluso los guardias novatos era gente muy capacitada en su área que solo se limitaba a vigilar.
Para su sorpresa o desgracia su tan ansiada “rareza” apareció aunque con una lentitud totalmente irritante.
Una figura delgada caminaba muy lentamente con todo el tiempo del mundo, no parecía que llevara ropa alguna, aunque tan poco mostraba rasgos de desnudez si eso fuera poco su inexpresivo rostro dejaba más dudas.
La gente solo lo evitaba mientras caminaba, su presencia si bien no intimidaba cómo la de una bestia salvaje si generaba un sentimiento de extrañeza la cual generaba esta acción de evitarlo, el extraño ser camino junto a la multitud que iba y venía, la escena de una piedra repeliendo el paso de un rió se le podía generar en la mente de alguien que presenciara lo sucedido.
— ¡Oye! —Exclamo uno de los guardias observando al lento ser.
Sin darle importancia o simplemente no escuchando lo que dijo, sus colegas no reaccionaron.
—Estos jóvenes de hoy en día, podrá ser el festival, pero no por eso pueden andar flojeando — Se quejó el líder del grupo mientras miraba a su cansado grupo.
—Anciano, ¿qué pasa? — Pregunto uno de los guardias.
—Bueno déjame pensar, Timoty casi se cae mientras dormía pegado a la pared y tú estás jugando tanto con tu magia de humo que estás empezando a molestar a la clientela— Mirando al resto de sus compañeros los cuales solo levantaron los hombros sin saber qué responder.
Aunque no podía enojarse del todo, ya que por su culpa están metidos en esta situación, aun así y de todas formas al menos tendría algo interesante que ocupara su aburrido trabajo.
La figura ennegrecida se detuvo a solo un par de metros y empezó a observar el espléndido lugar, era un lugar enorme con muchas luces artificiales adornando grandes vitrinas, que exponían extraños objetos para su observador.
—Disculpe…. —Hablo un pequeño niño hacia los guardias.
Dirigiendo su mirada el anciano guardia se agachó para generar confianza en el niño.
—Que pasa pequeño ¿te perdiste?—Pregunto el jefe del grupo al pequeño.
—Hay un hombre extraño que me da miedo.
El guardia dio una mirada rápida al lugar, al estar agachado no pudo notar nada así que se levantó volviendo a dar una mirada al lugar al cabo de un rato encontró al sujeto, parecía una piedra negra en medio de un rio de personas.
—Umm… ya veo, pequeño no te preocupes—El anciano sobo la cabeza del pequeño mientras este se acercaba a su familia que lo estaba observando de lejos.
Después de un momento el anciano cambio su amable rostro y por uno de enojo, golpeando con fuerza a sus guardias con su espiritismo.
—Malditos holgazanes miren lo que no hacen, un niño hizo un mejor trabajo que todos ustedes, maldición y ¿así se hacen llamar guardias?—Con enojo miro a sus guardias que se levantaron tras el golpe espiritual.
Chasqueando sus dientes, fijo su mirada en el provocador de todo este temor, no parecía un tipo tan aterrador a decir verdad aunque si daba un sentamiento extraño al verlo, siendo honestos era un invitado disfrazado del festival que se perdió.
Rascándose la cabeza mando a uno de sus guardias para que le explicara donde esta.
La existencia de gente perdida dentro de la Plaza del Sol no es cosa de extrañeza, al ser un lugar muy grande casi pareciendo a una mini ciudad, era normal ver a los turistas perdidos en la plaza oeste donde se encuentra el área de joyas y opulencias costosas preguntando por la zona de muebles ubicada en la zona este.
Ellos se ubicaban en la zona norte el área de misceláneas mágicas y herramientas del hogar, al tener un paradero de autobuses ubicada al frente de su entrada genera varios de estos tipos de confusiones.
—Buenas noches—Un sujeto equipado con un traje mágico se le había acercado.
El sujeto levantó su mano, extrañado simplemente imito la acción.
Al parecer le estaba tratando de explicar algo, pero no llego a entender nada, ya que no sabía su idioma, o bueno si sabía un poco, pero este era limitado solo pudo entender "festival" y "puerta norte" aunque el sujeto trataba de ser amable, él solo sintió fastidio en su hablar.
Mientras observaba a su muchacho hablar con el sujeto extraño, el anciano empezó a escuchar algunas quejas.
—Ves jefe solo era un distraído turista—Exclamo uno de sus hombres.
—¿Y si no fuera así ah?—Lo miro con desaprobación.
—Por favor jefe solo estamos aquí porque usted quería tener más dinero para comprar la lanza de su hermano.
—Silencio, tú también viniste por el pago extra.
—¡Oye!
Antes de empezar un nuevo regaño fue detenido por el grito de uno de sus guardias, el anciano volteo a ver el porqué de su exaltación y vio como el guardia que enviado estaba siendo agarrado por los hombros por el sujeto que estaba interviniendo.
—Espe… ESPERA—Entre quejidos el sujeto fue levanto hasta una altura considerable.
Él estaba disgustado por la presencia del hombre, ya había tenido suficiente de su falacia por ello decidió darle un recordatorio, un muy feo recordatorio.
—Tu… molestar… caminar… solo… yo… paz—Fueron las palabras que salieron de la boca del alborotador.
—¿AH?—Sin llegar a entender lo que dijo el sometido guardia solo pudo expresar un sonido de confusión.
Después de ello él bajo lentamente al guardia poniendo sus pies en el suelo.
El guardia confundido solo esperó que alejara sus manos de su cuerpo.
Ya habiendo alejado sus manos él empezó a caminar pasando de largo al atónito guardia, este último por su parte reacciono instintivamente y agarro la oscura mano del sujeto que lo había sometido, esta acción género ira en el ser quien le dio un golpe con su mano libre.
Para él no había sido un golpe fuerte, o bueno para los de su clase no podría siguiera considerarse fuertes ni siquiera los más entrenados pese a ello el expresionismo del hombre al recibir el golpe fue de genuino dolor.
El negro ser se sorprendió en un instante generando varias preguntas en su cabeza, pero fueron detenidas en un parpadeo al ver como a pesar del dolor el hombre seguía agarrándolo, impresionado él quiso compraba la resistencia de su, según sus llameantes ojos, objeto de prueba procediendo a golpearlo nuevamente, no solo una ni dos sino varias veces.
Cuando el hombre estaba a punto de desplomarse sintió como su equipamiento generaba un proceso taumaturgico, esto género más interés en él agarrando con su ahora libre mano al desafortunado experimento, el pobre hombre solo pudo ver como el puño libre de su agresor empezó a generar chispas de fuego.
Pero no había tiempo para presentarle atención a eso, ya que el hombre simplemente dejo de pensar, debido al fuerte impacto entre su tórax y el puño llameante de su agresor, satisfecho por los resultados él soltó al sujeto.
Entre quejidos el guardia fue empujado cayendo de espaldas, sus compañeros al ver esto fueron a socorrerlo, mientras la figura ennegrecida no se molestó en voltear y ver al hombre ensangrentado simplemente continuo con su caminata, los guardias pasaron de largo del agresor primero era la seguridad de su amigo que intervenir a su atacante, ya que sabían que su jefe se encargaría de hacerlo pagar o por lo menos eso creían.
—Tsk
Chasqueando su lengua el encargado del grupo uso su radio para avisar sobre un visitante problemático ingresando por la puerta norte del centro comercial.
Terminando de hablar guardo su radio mientras empezó a moverse poniéndose entre el camino del agresor, lo miro fijamente y decidió avanzar con la intención de interceptar su lenta caminata.
Un hombre mayor empezó avanzar hacia su dirección, pero él no se molestó.
Entre pensamientos el anciano jefe empezó a preparar su espiritismo.
Los dos caminaron lentamente mientras el público los observaba intrigados, los dos se miraban, se ojeaban de pies y cabeza, se estaban analizando, aunque no lo pareciese ambos sabían que el sujeto en su delantera era peligroso.
Mientras el anciano miraba los largos cuernos de su oponente, este ultimo se inquietaba con el sonido producido por las botas de punta de metal del anciano, que solo detuvieron su andar al tenerse mutuamente de frente, ojos llameantes y ojos cansados, indiferencia infernal y espíritu de antaño. Existía muchas formas de referirse al choque de descripciones de ambos sujetos, ya que no podían ser más dispares.
Pero antes de siquiera poder escuchar el sonido del enfrentamiento los espectadores, los simples visitantes al centro comercial solo pudieron ver como un hombre caía y un ennegrecido problemático avanzaba hacia el interior de la gran Plaza del Sol.
Impresionado por la extrañeza del lugar caminaba muy lentamente, observando detalladamente los pequeños detalles del lugar.
De dónde provenía, estos lugares eran muy raros para los de su clase, la gente se le quedaba viendo, algo que lo molestaba, ya había tenido un problema con un sucio mentiroso y un intento de espiritista al ingresar al lugar, por lo que creía que sus miradas solo eran el comienzo de una segunda intervención problemática.
No se podría decir que la atención por el forcejeo es el motivo por el cual ahora tenía la atención de los ojos de la gente, si en realidad por su extraña apariencia, en el exterior con la luz de la noche su apariencia parecía extraña, pero aún se podía pensar que se trataba de un disfraz, aunque ahora con la luz artificial se dio a conocer su verdadera forma, una forma muy delgada tan delgada y junto a su tamaño considerable lo hacían notar más extraño.
Cuál monstruo de película alíen o mejor dicho demonio de película.
Ya habiendo avanzado lo suficiente se detuvo en un pequeño puesto, la vendedora no noto su presencia hasta el momento en que volteo con una bandeja en mano de pequeños dulces cortados en rectángulos casi botándolos.
—Ah, buenass no..no..noches—Hablo nerviosamente la vendedora.
Tratando de dar un saludo siguiendo su protocolo establecido la vendedora pensó inicialmente que se trababa de un sujeto disfrazado del festival, de todas formas ya había atendido a algunos, pero el sujeto que estaba delante de ella desprendía una presencia extraña.
La vendedora solo se quedó inmóvil, él no entendía el porqué no le molestaba sino que le extrañaba, la humana en su delante tenía un plato lleno de extraños objetos cortados, pero él no entendió el porqué de esto.
Él empezó a ver a su alrededor viendo como el resto de humanos se le quedaba mirando, esta vez no le fastidio, ya que no le estaba prestando intención a sus miradas si no lo que ellos tenían en sus manos, empezó a darse cuenta de que tenía que agarrar los trozos cortados.
Alzando su mano, agarrando una muestra gratis del producto, aplastándolo con sus dedos mientras lo acercaba lo observaba con sus llameantes ojos, por un momento la venderá pensó que lo iba a consumir aunque descarto la idea al ver la inexistente boca del traje del sujeto, en su lugar solo lo mantuvo cerca de su rostro observándolo, dando la apariencia de que lo estaba analizando.
—Buenas noches, señor—Ya habiendo agarrado confianza la vendedora empezó a hablar.
—Estas son muestras gratis gracias a la promoción del 2x1 en nuestros productos—Esperando la respuesta del supuesto señor la vendedora mostró una sonrisa.
Al cabo de un rato una pequeña abertura, parecía como el pequeño agujero donde sale un hilo de crema en los paquetes de shampoo.
La vendedora lo miro confundida, era muy pequeño para siquiera ser considerado una boca, la idea de un hombre que pago por un mal traje paso por su mente, aun incrédula miro como torpemente el hombre supuestamente disfrazado metía el aplastado dulce en su diminuta abertura que asemejaba a una boca.
No pareciera que lo mascara ni que lo comiera solo lo metió y un pequeño humo salió de esta abertura.
—Son unos dulces típicos de…—Siguiendo el protocolo trato de informar sobre el producto al “cliente”, aunque fue interrumpida por el rápido hurto de su bandeja.
Ahora él estaba más que engatusado por el exquisito manjar que se le había presentado, agarrando toda la bandeja de muestras gratis y como si fuera un hombre hambriento llevo la bandeja llena de muestras a su rostro, donde el pequeño agujero se abrió cuál boca de serpiente llegando mostrando unas enormes fauces de fuego.
Sin saber cómo reaccionar la vendedora solo observo como el sujeto mascaba con ancho y jubilo sus muestras gratis, en ese momento ella se dio cuenta de que no se trataba de un disfraz sino de su demoníaco cuerpo.
Las muestras se le caían por los extremos de su boca, pero no le importaba tenía más por venir, la gente solo podía ver con desagrado la escena.
Terminando de mascar él empezó a recoger con su mano los pedazos de dulce que le cayeron al pecho, los agarraba entre sus dedos mientras y si no fuera ya desagradable empezó a chuparlos.
Parecía un niño jugando con su comida.
Al terminar su grotesco acto hablo.
—Mas….
—¿Disculpe?—Pregunto confundida la vendedora, pero antes de poder pensar un estruendo se escuchó.
El ennegrecido ser rompió el mostrador enfrente suyo, empezando a sacar toscamente varias cajas de diferentes sabores.
— ¡OYE! —Tomando valor la vendedora le grito al problemático sujeto teniendo un nulo resultado.
Ahora con la emoción del momento trato detener al sujeto, pero antes de poder hacer algo él le clavo su mirada, un simple vistazo a esos ojos llameantes basto para apagar la llama creada por la emoción, ahora asustada la vendedora se resignó a agacharse mientras le robaban sus productos.
La gente del alrededor se asustaba y conmocionaba ante este problema.
Vivieron varios momentos de terror, pero antes que el pánico aumentara llegaron sus defensores.
—¡Maldito!—Exclamo un hombre en traje de seguridad.
—Como te atreves a lastimar a nuestro jefe
—¡Maldito borracho!
De pronto varios guardias empezaron a rodear al sujeto, eran los guardianes de la entrada norte de la Plaza del Sol.
Dejando sus amados dulces de lado, él se volteó lentamente observando a los fastidiosos hombres de que impidieron su entrada al extraño lugar.
—¿De verdad pensabas que podías lastimarme y salirte con la tuya?—Un hombre mayor salió de entre los guardias.
Los viejos adversarios se miraron, a pesar de haber tenido un altercado hace pocos instantes sus miradas expresaban un odio que expresaba una gran ira como si la tuviera acumulada hace muchos años.
—Ahora somos un grupo de guardias contra ti maldito fenómeno—Exclamo el anciano.
Los guardias se empezaron a dispersar rodeando al extraño ser, cada uno empezó a activar su magia, uno género humo, otro electricidad, agua e incluso uno aumento su musculatura.
—Bueno chicos ahora si nos van a pagar bien muy bien—Un guardia exclamo mientras lanzaba un hechizo de fuego.
Él se cubrió con sus brazos evitando una parte del daño, pero no fue suficiente, ya que otro hechizo, ahora de electricidad, lo golpeo por lado derecho.
Antes de poder reaccionar vio como un conejo de color verde golpeo su tórax cayendo de espaldas.
El conejo regresó al costado de su espiritista este por su parte exclamo.
—Ahora, tú solo no puedes con nosotros maldito fenómeno.
Entre risas los guardias se mofaron de la criatura en el suelo.
Retorciéndose él se empezó a levantar, estaba herido muy herido, mientras se recomponía sentía como un humo se ponía a su alrededor, pero no le importo.
Solo fijo su mirado ante el anciano espiritista.
Expectantes, los guardias vieron con horror como el demonio empezaba a abrir su monstruosa boca mientras hablaba con una simple y tenue seriedad, como si no le importara sus heridas, el exclamo.
—Quien… dijo…que… yo… estaba… solo…
Antes que los guardias pudieran reaccionar un estruendo choco el lugar como si un temblor hubiera tenido su epicentro en centro comercial.
Todo el mundo se asustó mientras el único que estaba calmado simplemente se alzaba de pie preparado para la lucha.
Mientras los guardias de movilizaban en al centro del recinto la gente se empezó a alborotar, de ida y vuelta, derecha e izquierda, guardias y hasta policías se movilizaban por la zona, cada vez llegando más y más.
— ¡Maldición!
Exclamo un sargento de policía que se encontraba en el lugar, después de tiempo había sido enviado para liderar una intervención de dos entidades demoniacas que se encontraban en el lugar.
Estresado el sargento, se sobo la frente mientras sus hombres evacuaban a la gente.
—Señor — Lo llamo uno de sus policías.
—Dime.
—Los refuerzos que enviamos para evacuar las zonas este y oeste no responden.
— ¡Maldición! — Exclamo con rabia.
Al inicio los guardias del centro comercial reportaron a dos criaturas alborotando el lugar, por lo que lo enviaron para poder analizar la situación. Lamentablemente la capacidad de respuesta de 30 hombres no fue suficiente para contener a esos dos demonios.
Al inicio se tomaron como criaturas mágicas, seguramente un robo en las tiendas por manos de un invocador o algo parecido pero en el momento que los vieron no quedaba duda alguna, se trataban de demonios, poderosos seres demoniacos con poderosas capacidades mágicas.
—Cierren las entradas de las tiendas y que atráiganoslos aquí.
El policía asintió y fue a llamar al resto, la estrategia era simple atraer a los demonios al centro para poder bombardearlos con toda la artillería mágica que poseían, si atacaban por separado lo más probable es que logren debilitarlos pero si los bombardean juntos lo más probable es que terminen con esta pesadilla de una vez.
Agarrando su pistola el sargento se preparó usando sus capacidades para reforzar la vitalidad de sus subordinados.
—Señores hay que juntarlos para poder lanzar todo lo que tenemos a esos bastardos, la salida este y oeste están perdidas si fallamos solo nos queda proteger a la gente para que salgan por el norte y el sur.
— ¡ENTENDIDO!
Ya escuchando los sonidos de pesadas pisadas el sargento se preparó para retener al primero, pero antes de que él y sus hombres se pusieran en posiciones defensivas un enorme pedazo de concreto voló por la entrada oeste chocando contra los civiles.
De pronto apareció un enorme ser, robusto y con enormes brazos, su apariencia daba la idea de un minotauro aunque el tono chamuscado y rojizo que presentaba su piel borraba esta idea de la mente.
— ¡Ahhhhhhh! —Rugiendo el gigantesco monstruo mientras se abalanzaba contra los guardias y policías que disparaban contra él.
Aunque el número de municiones excedía la cantidad máxima para llenar a un ser humano de agujeros no pareció afectarle al gigante.
— ¡Lancen sus hechizos ahora! —Ordeno el sargento.
El gigante fue golpeado por una lluvia de hechizos el daño infligido se reflejó en las heridas de su cuerpo, aunque sangro no fue el daño que se esperaba que provocaría esa lluvia de hechizos.
— ¡Preparen la segunda carga!
Pero antes que los magos cargaren sus hechizos fueron empalados, los supervivientes lanzaron sus hechizos tratando de dañarlo pero fueron esquivados por un pequeña figura.
El peor escenario se había presentado los dos demonios se había reunido y habían perdido su artillería mágica.
—Maldición…. —Entre quejos el sargento apretaba sus dientes hasta casi romperlos.
No quedaba de otra más que resistir.
—Todos preparasen retengámoslos hasta que los civiles logren escapar, hombres distraigan a al gigante y guardia ocúpense del pequeño.
Aunque rápido el demonio pequeño poseía una debilidad no podía atacar a múltiples enemigos a pocos metros, aprovechando esto los guardias empezaron a rodearlo mientras los hechiceros supervivientes apoyaban con magia a los guardias, evitando que mueran.
Por su parte el gigante aplastaba a todo lo que se ponía al frente, los policías solo podían disparar en la lejanía distrayendo al coloso, de una u otra forma sus hombres se cansarían y con eso sus vidas serian tomadas.
—Aguantemos un poco más, ya quedan pocos civiles — A este punto solo quedaba motivar a sus hombres.
Con cada minuto que pasaba una vida se perdía, el sargento sabía que el fin se acercaba ya solo quedaban pocos hombres, para su suerte ya no quedaban civiles a los cuales proteger.
— ¡Ahora! —Grito con todas sus fuerzas y los pocos soldados que quedaban corrieron a su dirección.
Aunque rápidamente fueron penetrados o empalados por los demonios.
Ya solo quedaba el sargento.
—Malditos demonios
Mientras los demonios se juntaban el sargento preparo un hechizo.
Ya viéndolos de cerca pudo notar la inmensa presión que generaban, mientras el grandulón alzaba su puño y el pequeño tensaba sus cuchillas el sargento solo pudo mirarlos con odio.
— ¡Tomen esto!
El sargento lanzo su hechizo al aire generando una luz purpura que se posiciono en la cima inalcanzable del cielo.
Confundidos los demonios se detuvieron por un momento, confundidos por el último acto desesperado del humano, sin poder encontrar una respuesta los dos demonios se conformaron con la muerte del humano.
El sargento en sus últimos momentos sonrió sabiendo que por lo menos “ellos” se encargarían de estos monstruos, pese a ello su sonrisa solo duro unos segundos antes de ser aplastada con el resto de su cuerpo.
Ya nadie quedaba para luchar el lugar solo era un campo de muerte y destrucción iluminado por una luz purpura, los dos demonios solo sentaron entre los escombros descansando de su largo enfrentamiento.
Ya habiendo pasado un tiempo considerable un sonido empezó a resonar por el campo de escombros, en el centro por la salida norte apareció una figura delgada y ennegrecida, con enormes cuernos y ojos sin vida ni sentimiento, lo más extraño del ser era que cargaba con un largo bolso de un tamaño considerable, mientras que en su mano izquierda iba sosteniendo una caja abierta de un dulce que mascaba como chicle.
Habiéndose acercado a los dos demonios estos se agacharon la cabeza hacia su dirección, seguido a esto el demonio ennegrecido saco una caja del dulce que comía de su mochila y lo extendió al gigante.
Extrañado el gigante lo agarro y empezó a mascarlo sin importarle la caja, luego le entrego otra caja al pequeño demonio, este solo lo empezó a observar mientras poco a poco le iba cortando partes de la caja.
Observando el gesto de disgusto del gigante el flacucho saco una tijera y empezó a cortar una nueva caja de dulces, ahora le ofreció nuevamente al gigante esta vez el bloque de dulce ya no poseía su caja.
Mientras los demonios congeniaban, en la lejanía un grupo de humanos rodeaban el centro comercial, estos eran soldados, la última línea de defensa que fueron desplegados tras la señal del sargento antes de morir.
En el antiguo lugar donde antes se sentía la diversión y felicidad solo quedaba un aura sombría generada por las muertes de los civiles, mientras los soldados se acercaban al centro fueron detenidos por una extraña sensación, aun con esta sensación los soldados avanzaron llegando al centro rodeando a los demonios.
Mientras se acercaban los soldados observaron múltiples portales que aparecieron a lo largo del suelo, los soldados que se mantuvieron afuera del recinto observaron como una parvada de seres voladores se alzaban desde la ubicación del trio de demonios al cielo.
Por su forma se podían apreciar como palomas pero la realidad era más aterradoras, un ejército de imps demonios de bajo rango apareció y con ellos los gritos de dolor de los soldados inundaron el interior de la zona.