—Con esto damos por terminada la charla. Se que aún tienen diversas dudas, y créanme, mientras más sepan, más dudas tendrán. Las irán resolviendo mediante la práctica y el aprendizaje diario. La vida es un viaje que trata sobre aprender, aplicar y compartir conocimientos. Sobre todo, en este trabajo. Igual se agotó el tiempo de la conferencia desde hace un rato.
Wiki revisa su teléfono el cuál ha estado vibrando desde hace 5 minutos. En parte para revisar que tanto tiempo se extendió con la conferencia que estaba dando por terminada. Sin embargo, lo que le alarma es que tiene varias llamadas perdidas, pero sólo revisa los dos últimos mensajes de la enorme cantidad que tenía sin leer, uno con el remitente de Theodora Castelo y el otro de Brendan Havok.
Bandeja de Entrada
DE: THEODORA CASTELO
-----------------------------
Dr. Marshall Corvus Wiki:
Se requiere de su presencia urgentemente en la Base Administrativa y de Investigación #57.
El director de personal Masman Yagarga está aquí y necesita hablar con usted.
Se ha llegado a un veredicto respecto a los eventos del día 4 de julio de este año, sin embargo, mientras no esté presente no piensa decir nada al respecto.
Opciones | RESPONDER | Borrar |
Wiki no lo piensa mucho y revisa el segundo.
Bandeja de Entrada
DE: BRENDAN HAVOK
-----------------------------
Marshall, tenemos que hablar. Natalia no solo no ha mejorado, si no que ha decaído en los últimos días. Me temo que la situación está por empeorar. Contáctame tan pronto como puedas. Necesitamos vernos cuanto antes.
Opciones | RESPONDER | Borrar |
El viejo Marshall siente como todo se desmorona, su alma cual choza reducida a cenizas tras ser consumida por las llamas de la guerra, sin embargo, se mantiene estoico. Sereno. Inmutable. Con naturalidad redirige su mirada al público para despedirse.
—Y si me disculpan, me necesitan en la Base #57. Pasen una bonita tarde y disfruten las conferencias de mañana.
Tras despedirse, abre un portal multicolor, uno que usó al inicio de la conferencia, de dónde toma las cosas previamente depositadas en este subespacio de almacenamiento. Se pone el sombrero y la gabardina despreocupadamente. El portal se cierra. Y finalmente sale con el mismo paso tranquilo pero firme con el cuál entró al templete, más por dentro le carcomía la ansiedad, la preocupación y el sentimiento de miseria esperándole a la vuelta de la esquina.
Al día siguiente, el Dr. Wiki estaba escuchando la conferencia sobre espiritismo desde detrás del escenario en el auditorio, la cuál ya estaba por concluir.
—Por ahora, no más preguntas. Esto marca el fin de mi plática. Les deseo una buena tarde. Por cierto, Frau Muller, tome esto como una muestra de aprecio por haberme hecho reír. No había reído de esa manera en décadas.
Geist extiende su mano como ofreciendo algo mientras observa fijamente a Grace Muller, una novata recién ingresada hace menos de seis meses que había captado su atención con sus preguntas durante la conferencia. Unos fuegos fatuos que pululaban por ahí y que había invocado el Dr. Geist pasan a orbitar a la mujer con luces caprichosas.
—Manténganse firme y le serán de utilidad.
Tengan buena tarde. Auf Wiedersehen!
Geist dijo esto último mirando a todo el público, saliendo del escenario sereno y serio, dando por terminada su conferencia. Tras bambalinas le esperaba el Dr. Wiki.
—¿Tenías que hacerte ver como un personaje de serie animada o película ante sus ojos, cierto?
Dijo burlonamente, mientras se acomodaba su sombrero.
-Natürlich. Seré un no muerto, pero aún me aburro, Marshall. Sólo quise divertirme un poco y despertarles asombro a estas personas. ¿Qué le trae por aquí, junger mann?
-Deja de tratarme como un muchacho, Thaddeus. Y sólo quería ver tu conferencia. Fue… Un buen espectáculo. Deberías dejar la Agencia e iniciar una carrera en Las Vegas o Hollywood. Por cierto, Castelo preguntó que si hubo resultados esta vez.
-Inesperadamente, fue una búsqueda más fructífera de lo esperado. Cuatro individuos. En especial, quisiera que investigaran más a fondo diese fräulein, Grace Muller. Su árbol genealógico me intriga. Me recuerda a alguien que conocí hace mucho tiempo.
Esto es emocionante. Tengo décadas sin pupilos, sin contar a Asmoder, con el cual preferiría no tener vínculos, pero le debía un favor. Espero haber encontrado un sucesor. Como sea, comunícale a Castelo que quiero a esos cuatro el lunes en mi oficina. Deben iniciar su instrucción cuanto antes.
Los hombres salen del auditorio, mientras que en la mirada de Geist se ve una llama de convicción. Marshall Wiki retoma la palabra algo molesto.
¿En serio tenías que decirme pomposo?
Tras una breve pausa continua, mientras se dirigen a la salida del edificio.
—Bueno, ya hablando de cosas serias. Ayer llamé a Castelo tras uno de sus mensajes. Al parecer no sólo me requiere a mí, sino a ti también.
—Era de esperarse, debido a que está involucrado parte del acervo de los materiales escritos de la Base #57. También recibí un comunicado el día de ayer. Creo que ahora sí estás en serios problemas, junger mann.
—Por lo general, las consecuencias me son indiferentes. Pero esta vez… No estoy tan seguro. Me siento como al borde de un acantilado en el cual las tinieblas no dejan ver el fondo.
—Marshall, eres un recurso valioso para la Agencia. Dudo que te vayan a quitar tu cargo, despedirte o algo peor. Respecto a tu integridad física y laboral deberías estar bien, supongo. Kein problem. Tus ideas y metodología son cuanto menos poco ortodoxas respecto a otros taumaturgos de la vieja escuela, inspiradas por los logros y descubrimientos que también motivaron a mis compañeros en la Sociedad Traumatológica Ecléctica. Sabes que por eso nos comenzamos a llevar bien, junger mann. Pero algo más te perturba.
—Recibí noticias de Natalia. Parece que nada funciona.
—La Dra. Havok. Lamentable. ¿Cómo lo está tomando el Capitán Havok?
—Aguantando. Pero temo que se vaya derrumbar en cualquier momento. Quiero al muchacho como al hijo que nunca tuve. Ha cuidado a Natalia con el mismo esfuerzo y esmero que yo hubiese puesto si tuviera su juventud, y aún con todo no ha dejado de procurar a Molly.
Hay una melancólica pausa por parte del veterano de guerra. Marshall Corvus Wiki se veía sumamente agotado. Thaddeus Geist sabía que era un trabajólico, pero su estado actual era lamentable.
-Marshall, mein kumpel, necesitas un descanso. No has hecho más que trabajar y trabajar, y cualquier rato libre que llegas a tener lo usas para estudiar a OTS-073. Esto ha durado ya varios meses. Y con lo ocurrido el pasado 4 de julio…
Geist se remoja los labios antes de continuar, sopesando lo que estaba a punto de decir, antes de finalmente continuar.
—Tras lo ocurrido este 4 de julio lo más probable es que te retiren los derechos de acceso al OTS-073. No solo hiciste uso no autorizado de magia experimental sumamente volátil, sino que provocaste daños severos en las instalaciones, además de-
Wiki explota contestando con gran furia, agarrando con fuerza su bastón como para prepararse para atacar con él, aunque su volumen se mantenía contenido a la conversación.
—¡Estábamos bajo ataque, maldita sea, Thaddeus! ¡Nos superaban tres a uno y los elementos de seguridad habían sido inutilizados! Los refuerzos no llegarían a tiempo. En lo único que pude pensar fue en utilizar lo que había estudiado del 073 como una medida de emergencia… Aunque mis cálculos fueron errados…
Geist mira contemplativamente a Wiki mientras su rabia daba paso a agotamiento. Tras respirar profundo varias veces, Marshall continua.
—Era como estar de nuevo en la guerra, Thaddeus. Superados en número. Rodeados. Sentí mi mente a mil por hora. No tenía conmigo mi gabardina, por lo que los BTA no estaban a mi disposición… No fue mi mejor momento… Fui débil… Ví una salida fácil…
Amargas lágrimas comenzaban a verse en los ojos del alquimista y científico. Geist, con su expresión inmutable, con voz serena que en su neutralidad de alguna manera denotaba calidez le pregunta al Dr. Wiki:
—Marshall, ¿Has dejado de tomar tus medicamentos? Sabes que no puedes dejarlos.
El Dr. Wiki responde, aún hundido en un mar de emociones, tratando de contener la tormenta que ocurría dentro de sí mismo.
—Esas malditas drogas no hacen más que nublar mi juicio. Me adormecen. Me impiden estar alerta. Sólo sirven para mantenerme manso y-
—¡Te evitan estar constantemente en ansiedad y paranoia, spasti!
Interrumpe Geist, tomando la palabra severamente. El apuesto lich mostraba un fuego en sus ojos que rara vez se le podía notar. Definitivamente estaba molesto.
—Esto pude haber sido evitado si no hubieses interrumpido tu medicación. Dices que te nublan el juicio, pero precisamente por no tomarte esas pastillas es que fuiste imprudente y no solo provocaste decenas de miles de dólares en daños, sino que hubo decenas de heridos por tu “jugada milagrosa”. Verdammt! Agradece que no hubo muertos dentro de los afectados, Marshall. La guerra terminó, pero tú sigues hundido en ella. Quieras o no, necesitas esas drogas, al menos para continuar siendo un miembro funcional de la Agencia en un futuro próximo.
El Dr. Wiki sintió esas palabras como un puñetazo al pecho. No solo sabía que el Dr. Geist tenía razón, sino que era consciente de que no podía seguir negando su responsabilidad. No podía seguir huyendo de las consecuencias de sus acciones.
—Estoy cansado, Thaddeus. Realmente cansado. Mi hija está al borde de la muerte y he echado a perder lo único que le podría salvar la vida. Siento que mi existencia es un desastre en este momento. La vida media de una mujer como hija es alrededor de 75… Ella sólo tiene 29 años. Le esperaba una larga vida por delante. Ver crecer a su hijos. Ver a sus nietos. De haber tomado el camino de ser archialquimista en lugar de Howard, podría haber encontrado una manera de transferir mi propia vida a ella de ser necesario.
Geist mira al anciano con detenimiento. A su amigo de varios años. Era doloroso aún para su entumecido corazón verlo en un estado tan miserable.
-Marshall, te lo digo no solo como amigo, sino como alguien mucho más viejo y sabio de tú. En lugar de malgastar tu tiempo en una causa perdida y lamentarte en cosas que jamás pasaron, acompaña a la Dra. Havok. Aprovecha el valioso tiempo que les queda para conversar. Abogaré por ti ante la Dir. Castelo y el Dir. Yagarga para que te excusen unos días, quizá una semana, antes del veredicto final.
El Dr. Wiki, quien parecía haber envejecido años en la última hora, mira a Geist arqueando la ceja con una actitud entre intrigada y desafiante y pregunta:
—¿Desde cuándo el jefe de archivos y registros de una base en medio del desierto tiene tanto poder dentro de la Agencia?
—No averigües. Dejémosle solamente en que más de la mitad de la gente con al menos 15 años en servicio me debe alguna clase favor, incluidos los altos mandos. Pierde cuidado.
Responde Geist secamente. Después de eso, la conversación tomo un rumbo más casual, hasta finalmente salir del auditorio y emprender el regreso a la Base #57. El Dr. Wiki tomaría el camino largo, según lo acordado.
—¿Cómo estuvo el viaje, Marshall? ¿No hubo problemas con el taxi? ¿Seguro que puedes quedarte unos días?
—Calma, Brendan, una pregunta a la vez. Estuvo tranquilo, afortunadamente, sin ninguna complicación. Y sí. He estado trabajando demasiado últimamente y casi me forzaron a tomar una semana de vacaciones. “Debes tomarte un descanso por tu salud o nos veremos obligados a darte una suspensión” fue lo que dijeron. Patrañas.
—¡Abuelito! ¿Cómo estás?
Una niña de largo cabello castaño de alrededor de cuatro años se abalanza contra Marshall con la energía de un gremlin y la rapidez de una pixi, lanzándose a su cuello para saludarlo con un fuerte abrazo.
—¡Molly! ¡Mi pequeña pulga favorita! ¿Cómo te encuentras?
—Estoy bien. Te hice un dibujo. Mira:
Molly le muestra un dibujo hecho con crayones a Marshall. Muestra a Wiki como un anciano con sombrero y gabardina, a Margarita, su esposa, como una anciana con un vestido alegre, un hombre con cabello castaño que sería Brendan y una mujer de cabello negro y semblante gentil, quien sería Natalia, todos alrededor del burdo autorretrato de Molly. Wiki lo mira y con una forzada pero un tanto convincente sonrisa le responde a la niña, intentando no llorar:
—Es un hermoso retrato familiar, pulga. Lo pondré en la oficina del trabajo para siempre estarte recordando.
La niña sonríe, mientras el alquimista le hace cosquillas a su nieta quien explota en risas. Y como montando un espectáculo en un truco de magia de escenario con Molly como su único público, Wiki saca de su gabardina, que aparentemente no tenía nada dentro, un enorme oso de peluche.
—Este amiguito es para ti, Molly. ¿Cómo le pondrás?
—Sr. Helado, porque parece helado napolitano. Tiene blanco, rosa y café. Vainilla, fresa y chocolate.
Responde la niña entre risitas, mientras sus ojos destellaban con radiante alegría cual luceros en el crepúsculo.
—Excelente nombre, pulga. ¿Por qué no vas y se lo presentas a tus otros peluches en lo que tu papá me ayuda con mi equipaje antes de cenar?
La niña obedientemente sale corriendo a su habitación en el segundo piso como si hubiese escuchado la idea más brillante del mundo. Una vez que la niña se retira, Marshall suspira como preparándose para lo peor, tras lo cuál se acerca a Brendan.
—Vaya energía tiene esta niña. Me alegra verla tan llena de vida…
Hijo… ¿Cómo está Natalia? Se sincero.
Brendan suspira igual o más melancólico que el Dr. Wiki. Ojos vidriosos y voz al borde de quebrarse, le responde.
—Los oncólogos dijeron que últimamente su cáncer se ha vuelto demasiado agresivo. Y no solamente lo tratamientos comunes son poco efectivos, sino que ya no surten efecto. Un taumonoma es algo bastante difícil de tratar con la medicina actual, pues sólo la radioterapia tiene un efecto significativo, dado que otros tratamientos pueden ser bastante lentos aún mostrando éxito. Pero el lugar del tumor, como sabes, era bastante peligroso someterlo a grandes dosis de radioterapia sin resultar en otros tejidos importante afectados.
Brendan pausa. Lágrimas corren por sus mejillas. Ya no puede contener toda ese huracán de tristeza, frustración y desesperanza. Wiki, con una voz grave y sorprendentemente serena habla con derrota en su mirada:
—Si no hubiese cometido mi gravísimo error tal vez hubiese habido un rayo de esperanza…
¿Cuánto tiempo más le dan? ¿Cuánto más nos queda?
El capitán Havok de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos y yerno del Dr. Wiki, un investigador en jefe de la AGIAT, abraza a este último en llanto mientras le dice el lúgubre pronóstico. No había nada más que hacer. Sólo esperar. Sólo acompañar a un alma muy amada en sus últimos días en la Tierra. Eran solo dos hombres, pequeños e impotentes, compartiendo la misma pena.
El Dr. Wiki finalmente llegaba a presentarse en la oficina de Dorothea Castelo, directora de la Base Administrativa y de Investigación #57. En su camino a esta puerta, notó que la reconstrucción de un area afectada por sus acciones el día 4 de julio aún estaba lejos de ser terminada. No se arrepentía de ello. Lo que entonces realizó, aunque cuestionable en varios niveles, evitó que las fuerzas armadas que atacaron ese día se quedaran con OTS-073, que claramente era su objetivo. Desde su punto de vista, fue la mejor opción, aunque entre la confusión causada pocos arrestos pudieron ser realizados.
Saliendo de sus pensamientos, finalmente toca la puerta. Una voz femenina firme y con autoridad le invita a pasar.
—Buenos días, Dr. Wiki. Ha vuelto antes de lo esperado. Pudo al menos haber concluido la semana de descanso.
—Directora, aprecio la intención, pero es menester de que esto se resuelva cuanto antes si quiero tener paz de nuevo.
Un orco sumamente elegante, fornido y alto, con sus colmillos pulidos, un traje sastre de diseñador y joyería fina está sentado en la oficina. Una cola de caballo y un cabello detalladamente cortado en patrones usuales de su linaje le distinguían. Era Masman Yagarga, director de personal de AGIAT. Rara vez aparecía personalmente para dar sentencia personalmente. El inmenso orco con aura refinada pero fuerte y asertiva, como un veterano hombre de negocios, habló con una imponente voz grave y profunda.
—Muy bien. Así que finalmente hace acto de presencia, Dr. Wiki. Me tuvo esperando bastantes días. Pero por las circunstancias inusuales de la situación, lo dejaré pasar en esta ocasión. Ahora sólo falta que el jefe Geist llegue para empezar con la deliberación final respecto a su comportamiento…
Espero que haya retomado su medicación. Su expediente dice que se le han dado un tratamiento para su problema de estrés postraumático. Sin embargo, los reportes y testimonios dicen que había dejado de tomarlo sin autorización de su psiquiatra algunas semanas antes de lo sucedido el pasado 4 de julio. Eso es… Preocupante, dada su posición dentro de esta base.
Marshall tragó saliva. El como obtuvo esa información tan precisa o de quién fueron los testimonios le sorprendió. El alquimista se recompuso y trató de permanecer inmutable.
—Disculpe, Dir. Yagarga. Si bien es cierto que se interrumpió mi tratamiento, no fue con mala intención. Me enfrasqué tanto en mi trabajo que olvidé el tomar mis medicamentos. Fue solamente un descuido personal-
—Un descuido personal que nos ha costado decenas de miles de daños en infraestructura y equipo, así como lesiones graves a varios miembros del personal de seguridad y de investigación. Todo por no tomarse sus pastillas.
Interrumpió el director de personal con una voz sonora como trueno e intimidante como un rugido. Era impresionante como aún así mantenía una frialdad digna de un empresario despiadado.
—No… Ehmm… No volverá a ocurrir, Dir. Yagarga.
El orco se levanta de su asiento, elevándose fácilmente sobre al 80 cm sobre el Dr. Wiki. Quizá más. Le dirige la palabra mirándole a los ojos como perforándole el alma.
—Por su puesto que no volverá ocurrir. Para eso estamos aquí. Para ver que sucederá con usted y con su situación. No puede quedar impune.
Aunque según los reportes, su uso de magia experimental sumamente volátil, un acto de irresponsabilidad grave habiendo otras opciones en la situación que se presentó, fue un intento de proteger a OTS-073 y la Base #57.
El orco hace un pausa, como saboreando cada palabra que estaba a punto de decir.
—Le recuerdo que el camino al infierno está pavimentado por buenas intenciones, Dr. Wiki.
El Dr. Wiki se sentía como una presa con la que jugaba un depredador antes de darle una mordida en la yugular. Había escuchado de lo imponente e intimidante que era Masman Yagarga, pero vivirlo en carne propia era un experiencia completamente en otro nivel de pavor. Doroteha Castelo se acomoda la garganta y dice con voz desafiante:
—Suficiente, Masman. No trates de esa manera a uno de mis subordinados más capaces. Cometió un error y el hecho de que esté presente indica que está dispuesto a enfrentar las consecuencias de sus actos. No es necesario que le estés hostigando. Además, es un pobre anciano. Piensa en su corazón.
Masman Yagarga asiente y hace un gesto con su mano accediendo a la petición de Castelo mientra vuelve a tomar su asiento. En ese instante entra Thaddeus Geist a la oficina. En sus manos una caja de cedro del tamaño de una caja de zapatos grande con intrincadas inscripciones de protección que eran un conjuro escrito que unía espiritismo y magia.
—Disculpen la tardanza. Tuve que recibir a mis nuevos aprendices y en el camino me atravesé con el Dr. Asmoder. Fue… Problemático quitármelo de encima.
—Jefe Geist, no se preocupe, de alguna forma ya habíamos empezado sin usted pero sólo repasando algunos hechos. Y dejaré pasar el asunto de que el Dr. Asmoder se encuentre fuera de la Base #16 sin motivos oficiales. Estoy al tanto de su extraña… Relación.
—Es mejor así, Dir. Yagarga. Mejor atendamos a situación del Dr. Wiki. Por el bien de todos los presentes.
La puerta se cierra con seguro desde dentro. La directora Castelo puso al ave de Estínfalo que tiene como familiar cuidando que nadie se acerque mientras la reunión se llevaba a cabo.
Durante horas se repasan los hechos de lo ocurrido. Se interroga al Dr. Wiki, se leen testimonios y se repasan videos de los eventos que tuvieron lugar el 4 de julio de 2004. Es un combate bastante cruel. Los elementos de seguridad quedan fueran de combate uno por uno, mientras los invasores avanzan por el ala de investigación de la Base #57. Elfos, orcos, enanos, hadas, humanos. Un grupo bastante variado avanzando con armas de alto poder y magia de combate de grado militar. Es un caos. Es entonces cuando el Dr. Wiki, levantando su sombrero y señalando a donde estaban los invasores. Un campo de fuerza se deja ver en el momento en que un destello azul se deja ver seguido de un explosión desatada por Marshall Wiki. El campo de fuerza redirige la explosión hacia la base misma. Y es dónde se deja ver un hada de cabello azul, siendo al parecer la comandante de esta fuerza invasora y quien conjuró el campo de fuerza.
—Según el reporte del agente Magkhol Dugtur y comparaciones con la base de datos global, esta es Ren-Nka Tarin. Un hada avalónica que según nuestros agentes de inteligencia fue exiliada de Ávalon. Motivos desconocidos.
Todo parece indicar que su organización, a la cual llama “El Bazar de Curiosidades”, es una operación de tráfico de toda clase de materiales, armas, artefactos, creaturas, grimorios, drogas y todo lo que se les atraviese siempre que le asegure un margen de ganancias alto. Está por demás decir que no escatiman esfuerzos en robar o provocar sufrimiento en otras personas con tal de obtener lo que quieren.
Esta hada según el perfil que hemos creado por diversos incidentes es una hedonista, narcisista y manipuladora con tendencias al sadismo. Y la gente que trabaja suele compartir su visión materialista del mundo.
Dice bastante seria Dorothea Castelo. Masman Yagarga comenta y cuestiona genuinamente intrigado.
—Ya había escuchado de esta mujer. Se tienen sospechas de que también estuvo ligado a un caso con extraña máquina con apariencia de tomógrafo a finales de los noventas. Lo tenemos en custodia en la Base #11. La investigación de sus usos en terapia genética sigue en curso, pero no ha habido muchos avances, aunque hay interés por cierta gente con tendencias… Inusuales relacionadas a animales… Pero no nos desviemos. ¿Qué tiene que ver esto con la sanción que se le aplicará al Dr. Wiki? Es irrelevante.
—Porque las acciones de Marshall Wiki, aunque irresponsables, nos ahorraron que el 073, ese grimorio que cualquiera puede leer, con una magia volátil, peligrosa e incompleta fuera robado por una organización de ese estilo. Y porque según la investigación posterior nos demuestra que el blanco de la invasión era precisamente hacerse con ese grimorio amateur tan inusual. Seguro que eso habla a favor de mi subordinado.
Dice Castelo con determinación. Wiki, e incluso Geist estaban bastante sorprendido por la inmutabilidad de la directora de mano de hierro de la Base #57 ante la figura imponente que era el director de personal de AGIAT. Sin embargo, Yagarga le detiene y dice con autoridad:
—¡Suficiente! No veo caso en seguir deliberando. Ya hemos perdido suficiente tiempo hablando de lo obvio y tratando de relacionar hechos sin conexión en el asunto. El Dr. Wiki será sancionado a extirpación de todo recuerdo sobre los contenidos de OTS-073 y cualquier avance que haya realizado en su investigación. Lo mismo sucederá con cualquier otro miembro de su equipo.
Ha demostrado ser psicológicamente inestable para tener conocimientos sobre algo tan destructivo como esta “magia atómica”.
El Dr. Wiki, que había permanecido en silencio, sólo respondiendo cuando le preguntaban algo, muestra algo de resistencia e implora con una voz débil y agotada:
—¡Por favor, al menos déjeme respaldar la información para entregársela! No importa que me arrebaten ese conocimiento, no manden a la basura mi investigación y avances en el 073. Podría salvar vidas si se aplica correctamente, no dejen que las acciones de un viejo necio devalúen el verdadero potencial de esta magia.
—¡Silencio! La sanción es definitiva. Además, usted y su equipo estarán vetados de cualquier proyecto o investigación que involucre a OTS-073 o cualquier otro artefacto o conocimiento similar hasta que hay probado que su salud mental puede manejarlo responsablemente.
Agradezca que no se le ha despedido. Sus contribuciones a la Agencia en el pasado, en el presente y las que hará en un futuro tienen mayor peso en cuanto a beneficios que el dejarle ir.
Yagarga entonces dirige la palabra al Dr. Geist, quien sigue custodiando la caja con recelo.
—Geist, por favor ejecute la extirpación de recuerdos. Que todo salga el día de hoy. No quiero más dilaciones o trabas. Sé que normalmente se requieren cuatro personas para realizar la operación, pero sé que usted es capaz de realizarlo solo.
El Dr. Geist, asintiendo, dando la razón Masman Yagarga, abre la caja de la cual saca algunos dispositivos con cristales y un especie de tapete metálico con un circulo mágico bastante intrincado en él. También saca un artefacto similar a unas orejeras, pero completamente hechos de metal con intrincadas runas cubriendo toda su superficie.
Geist le pide a Wiki que se recueste en el suelo. Este equipo portátil necesitaba que estuviera en una posición estable. Una vez en el suelo, ágil y eficientemente le pone las orejeras, pone el tapete debajo de su cabeza con atención casi clínica y coloca los cristales alrededor del tapete formando un pentagrama de luz tan pronto fueron correctamente alineados.
Marshall sintió intranquilidad, misma que se desvaneció al sentir un piquete en el cuello. Tras ello, todo se oscureció.
Una hora después, el proceso había terminado y el alquimista comenzó a despertar desorientado y sentado en un sofá cercano.
—El proceso ha sido terminado. No solo la extirpación de memorias, sino que también quedará un registro permanente en su expediente sobre su conducta.
También se ha ganado una suspensión de un mes sin goce de sueldo y una vigilancia más estricta de su tratamiento, efectivo a partir del día de mañana. Puede retirarse. Organice todo lo que tenga pendiente con su equipo el día de hoy.
Vocifera Yagarga relajadamente. Como diciendo algo sumamente rutinario.
Marshall, sin poder en la situación, espera a recuperarse lo suficiente. Toma su bastón, su gabardina y sombrero. Finalmente obdece y sale de la oficina . Se quedan solos Castelo, Yagarga y Geist.
—Masman, creo que una suspensión tan larga es excesiva. Debe de estar sintiendo bastante culpa.
Dice la directora de la Base #57 a Masman Yagarga. Este último mientras se levanta de su asiento, organizando papeles en su maletín, preparándose para retirarse, le responde:
—Más culpa va a sentir ese hombre si su hija muere y él está aquí absorto en su trabajo, Dorothea. No creas que vine a aquí sin informarme sobre su situación. La pena y el castigo laboral son transitorias. Pero el no estar ahí en sus últimos momentos podrían marcarlo de por el resto vida. Ya platiqué de antemano con su esposa Margarita. Le propondrá ir a Phoenix dónde está la familia de su hija y donde esta recibe tratamiento paliativo. Este veterano de guerra debe tener la oportunidad despedirse apropiadamente de su única hija.
—No sabía que tuvieras corazón de pollo, Masman. Eso es nuevo hasta para mí.
—No digas tonterías, Dorothea. Sólo velo por un entorno productivo. Eso incluye tener empleados sanos física y mentalmente. Y con un viejo roto como él, no hay mucho que se puede hacer más que darle un empujón en la dirección menos dolorosa.
Yagarga entonces voltea con Geist.
—Supongo que esos recuerdos que extrajiste con ese equipo experimental pueden ser leídos sin necesidad de ser inyectados en una mente viva, ¿Cierto?
—Aún desarrollo la interfaz, pero debería ser posible eventualmente. La teoría dice que es posible.
—Te encargo que custodies esos registros hasta entonces, en ese caso. Esta información quizá le interese a Magnus Septimus.